martes, 31 de enero de 2012

Apuntes (3, e basta)

¿Por qué nos cansa lo repetitivo, salvo cuando éramos niños? Basta con pensar en el título de estos fragmentos de vida, en donde sólo cambia el número.


* * *


Tiempo de mudanza. Que también se repite, aunque cada mudanza sea distinta. Siento cansancio, pero también sé que disfrutaré desechando lo superfluo y empaquetando algunas cosas que van conmigo desde siempre.

* * *


Le Havre, de Kaurismäki. De este finlandés me gusta todo lo que he visto, incluido su (evidentemente, para mí) exótico apellido. Planos largos, personas derrotadas y al mismo tiempo esperanzadas (un oxímoron cinematográfico, podríamos decir), el alcohol, la soledad y porqué no, la ternura. Vuelvo a ver Luces al atardecer y Nubes pasajeras. Encantadoras, en el sentido de implicar y atrapar totalmente al espectador en sus historias. Y recuerdo la kaurismätica participación en Night on Earth, donde también salía aquel capítulo de un sobrevalorado clown llamado Roberto Begnini.




* * *




Compro Old Ideas, el último cd del gran Leonard Cohen, ese músico amado por cuarentones depresivos (en famosa frase del amigo de O.). Mientras llego a casa, experimento la misma sensación de felicidad de cuando era adolescente y conseguía algún vinilo ansiado. Enciendo velas, me tumbo en el sofá, y me dejo mecer por el blues lento del canadiense. Si me pusiera estupendo, diría que vivo una epifanía. Si no, diría simplemente que me encandila.



* * *


"Mehr Licht!" ("¡Más luz!"), dicen que dijo Goethe poco antes de morir. Se non è vero...El caso es que visité su casa en Weimar y contemplé el sillón desde donde pudo decir esas pocas y sustanciosas palabras. Y juro que me sentí iluminado.

* * *



Detesto los funerales. No los entiendo. Si el cura o equivalente se enrolla mucho, pienso en mis cosas (y si no lo hace, también). Pero desde hace algún tiempo, asisto a ellos si me une un vínculo emocional con los que quedan, que como todo el mundo sabe son los que de verdad sufren.

Si muero, unos gin-tonics para los amigos y música de fondo para cuarentones depresivos. Ese es mi testamento.

lunes, 9 de enero de 2012

Apuntes (2)

Nunca fue más cierto aquello de que preparar el viaje es ya una forma de viajar. Un apartamento reservado en Bérgamo, excursiones previstas a los lagos del norte, admirar por fin il Cenacolo de Leonardo y asombrarse con el Duomo milanés, por no hablar de las bondades de la cocina italiana...Y no. Viaje cancelado. Pero que me quiten lo bailao (aunque el baile haya transcurrido en mi imaginación).



* * *

No aspiro a mucho:
quitarme los zapatos
y leer al sol
(haiku benidormí)



* * *

En el libro de Jaime Jaramillo titulado "Método rápido y fácil para ser poeta": el buen poema es un vómito de piedras preciosas.

* * *

Desde los tiempos del bodrio aquel de Glauber Rocha no había visto una película tan lamentable como la última de Lars von Triers. Hablo de "Melancholia". Pretenciosa, inverosimil, absurda. Me va a pasar como con Almodóvar, del que ya sólo vuelvo a ver alguna película de hace años, antes de que se echara a perder. Y no es sólo por hacer caso a Carlos Boyero...


* * *

Veo en las noticias las imágenes del crucero encallado frente a las costas de la isla de Giglio y pienso en una ballena varada. Y claro, el capitán italiano poco tiene que ver con Ahab, el mítico perseguidor de Moby Dick, sino con lo más hortera, estúpido y absurdo que anida en la condición humana.


* * *

Advertencia (que suscribo sin fisuras) en las fichas de las películas proyectadas en los valencianos cines Babel: "Está prohibido entrar comida o bebida en las salas de proyección, en beneficio de los espectadores y por respeto a los autores de las películas". Impecable.

* * *

Apuntes para una mitología personal: No somos tan sólo adoradores de Ra; también nos postramos antes Kairós, ese dios inasible (¿Y qué dios no lo es?) del momento oportuno.